lunes, 15 de mayo de 2017

Amenaza ilógica

Sus manos sostenían la alfalfa que su amigo de cuatro patas comía. Mientras esperaba a que él terminara su merienda, encontró un diccionario, sobre una mesa, que estaba dentro de la pequeña choza donde dormía el burro, lo levanto e inspeccionó por fuera, sin mucho interés, miró su mascota, y buscó una palabra, la primera que se le cruzó por su tierna mente.

 No advirtió el pequeño niño, que desde atrás, unos inocentes y curiosos ojos tambien se posaron en el objeto, terminando seca, instantánea y lógicamente con su brillo.

 Desde ese día, cada vez que busca una misteriosa palabra en el diccionario, no puede contener sus lágrimas, que caen de manera abismal contra el papel, con tal fuerza, que corren la tinta y tallan eternamente su significado en el alma del hombre, quedando ilegible en el preciado libro.

 Cuando el aliento se le fue, otra persona, que lo conocía, encontró el tesoro, y lo abrió. lo ojeó,y le pareció raro, que en la página que miró, todos los caracteres estaban borrosos, indescifrables, y lo mismo pasaba con las otras páginas. Después de mirar minuciosamente todo el contenido, volvió casi al principio,para leer el único significado que quedó intacto, o al menos legible, el significado de la palabra amor.

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