martes, 20 de marzo de 2018

Los desvelados


La noche interminable, balcón pequeño, sólo, ensaya su circunloquio eterno, y en su vigilia habla consigo mismo, a través del eco en su mente sideral, que devuelve sus palabras, pero no responde sus retoricas, para un público inexistente que dejo las mesas vacías, ceniceros llenos y whisky aguado.

¿a que vinimos a este mundo?, ¿qué significa todo esto?, ¿cuál es la razón?, la oscuridad me rodea sin escrúpulos, cada día que pasa se acerca un poco más, hace trabajo de hormiga, casi imperceptible, pero también implacable, esta elevada prisión me ha contenido tiempo suficiente para saber que mi vista no mojara otras costas; ¿cuál es el sentido?, ya ni la realidad lo tiene, si todo puede ser un sueño o una ilusión; el universo termina en la pared a mi espalda, en el infinito hacia los lados y el frente, solo me consuelan los lejanos balcones, donde a penas puedo discernir figuras y sombras, como en la alegoría de la caverna, me consuelan… solo…; el cielo negro se hace presente como en cualquier realidad hasta el horizonte, pero acá es unánime, es que la noche también yace a mis pies, omnipotente, impotencia solo siento, siento… solo…; un sufrimiento sin extremaunción que traiga la paz, que baje la tela roja de este espectáculo sin cortes, sin clímax, sin discurso, sin fin; en este círculo de radio etéreo, ni mi cuerpo, ni  mi mente se deterioran, solo mi corazón, me tendría que tirar a este mar azabache para terminar con todo, ¡No te tires! inconsciente, hay luz en algunos balcones, Es que los senderos del pensamiento ininterrumpido me hicieron olvidar mi nombre… mi sexo… en este balcón, no sé si soy Julieta, que espera a un Romeo capaz de deslizarse en las calles inundadas en penumbras, o mi Julieta se encuentra en un balcón más vertiginoso, también empapado en la infinitud de las sombras, pero no hay caso, no veo ninguno, ¡Tirate!, ¡cagon!, Da la cara y afrontá lo que debe ser, trascendé…, esta vida ya no vale la pena, No podría hacerlo, si siempre está la esperanza en este mundo retorcido, de que alguien venga volando a salvarme, o alas negras y una hoz me decapiten para darme la ansiada paz, sin tener que tomar la decisión, sin tener que seguir pintando las paredes con sangre de mi cabeza para quedar seco y convertirme en polvo, sin haber conocido mas que este insulso balcón, o quien sabe, también como un renacimiento, en medio de un espasmo, despertar de este sueño, yo solo, solo… yo….


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